Santo Domingo

Santo Domingo es una ciudad llena de vida donde sus habitantes transitan durante el día y la noche sin parar. Coches particulares, autobuses o guaguas públicas cargadas de gente, motos, camiones y carros convierten a esta ciudad en la más ruidosa de la Isla. La mayoría de sus calles están trazadas en cuadrícula, similar a la de las grandes urbes de los Estados Unidos, influencia norteamericana que se deja notar en el nombre de muchas de sus avenidas y calles – Winston Churchill, John F. Kennedy, Abraham Lincoln, entre otras.

El sitio más tranquilo y apacible de la ciudad es la Zona Colonial. Se encuentra situada al lado de la desembocadura del rio Ozama. Fue fundada en 1498 y fue la primera ciudad colonial a la que la Corona española otorgó carta real. Pasear por sus angostas y viejas pero bien conservadas calles adoquinadas es un auténtico placer. Hay edificios intactos desde la época colonial.

No solamente esta zona es recomendable para los aficionados a la historia, sino también para los que gusten de hacer compras, los aficionados al arte y, cómo no, para todos los románticos. El recorrido es muy fácil de hacer y podremos disfrutar mucho más a nuestro aire haciendo las paradas y descansos oportunos en los sitios que más nos gusten. Un buen sitio para comenzar sería el parque Colón, este parque se llama así por la estatua de Cristóbal Colón que se encuentra aquí esculpida en el siglo XIX por un escultor francés llamado Gilbert. En este parque hay un par de terrazas muy agradables para tomar un refresco, café o infusión en los atardeceres. Justo al lado del parque Colón se encuentra una de las calles más populares y bulliciosas de la zona Colonial: la calle de El Conde. Esta calle peatonal es una de las más comerciales de la ciudad. Hay todo tipo de tiendas, especialmente de suvenires, arte, discos y algunos restaurantes.

Muy cerca del parque Colón y al sur de este se encuentra la catedral de Santa María la Menor, construida entre 1514 y 1544 dicen que fue la primera catedral de América. El interior es muy hermoso mezclando estilos gótico, renacentista español y barroco. Varios y renombrados artistas han trabajado en su interior como el dominicano Rincón Mora, el escultor italiano Cellini y el pintor español Bartolomé Esteban Murillo. Para terminar cerca del parque podremos admirar el Palacio de Borgellá, también del siglo XIX, fue residencia en el pasado del gobernador y hoy es ocupado por varias oficinas y dependencias del Gobierno.

“Las Damas” es una de las calles más antiguas y encantadoras. En ella podremos ver los más bellos edificios coloniales de la ciudad colonial. Tiene este nombre debido a las elegantes damas de la nobleza española que paseaban en los atardeceres luciendo sus mejores vestidos y galas. En esta calle encontraremos la fortaleza Ozama o fortaleza Santo Domingo, construida para proteger a la ciudad de los ataques enemigos. Desde aquí se pueden ver unas vistas fantásticas del rio Ozama y del puerto marítimo. Podremos ver los puentes que unen el paso de un lado a otro del rio Ozama y justo en frente una gran fábrica, la de Ron Barceló, uno de los más prestigiosos nacional e internacionalmente. La torre del Homenaje, la Casa de Francia y la Casa de las Bastidas también se encuentran cercanas a Las Damas.

Al final de la calle Las Damas nos encontraremos con el Alcázar de Colón, el monumento más emblemático de toda la ciudad colonial. Este palacio fue morada de Diego Colón, el hijo de Cristóbal Colón, y vivió en él durante varios años siendo el gobernador de La Española.

También en la calle Las Damas se encuentra uno de los puntos con más encanto de la zona, el hostal Nicolás de Ovando, que también fue residencia del gobernador en tiempos pasados e incluso fue lugar de hospedaje del mismísimo Cristóbal Colón. Hoy en día aquí hay un ubicado un hotel de la cadena Sofitel.